sábado, 8 de febrero de 2014

Madrugadas.

Estábamos ahí,
lo teníamos tan cerca...

(Juro que estuve a un paso
de llamar a tu puerta,
de volver al error que acabó con tú y yo
y me dejó en un yo contigo.)

Estabas ahí
te tenía tan lejos...

Y acabé como siempre,
bajando del tren al charco,
poniendo la sal,
durmiendo sola.

Estábamos allí.






No hay comentarios:

Publicar un comentario